Reconocer, prevenir y solucionar los principales defectos de pintado de automóviles

En el sector de la carrocería profesional, la pintura representa una fase fundamental del ciclo de trabajo, en la que la precisión, la competencia técnica y las condiciones ambientales controladas desempeñan un papel decisivo. Un acabado impecable no solo realza estéticamente el vehículo, sino que también refleja la calidad general de la intervención.

Sin embargo, incluso en los entornos más estructurados pueden aparecer defectos de pintura que, si no se gestionan correctamente, implican retrabajos, desperdicio de materiales, pérdida de tiempo y posibles reclamaciones por parte del cliente final.

Conocer a fondo las causas de cada defecto y saber cómo prevenirlo es, por lo tanto, esencial para garantizar un resultado profesional y minimizar las intervenciones correctivas.

Los defectos de pintado en los automóviles son numerosos y se identifican mediante señales visuales específicas. En términos generales, se pueden identificar más de 30 defectos comunes, pero los principales que enfrentan con mayor frecuencia los talleres de carrocería son los siguientes:

  • Descolgados

  • Piel de naranja

  • Cráteres (ojos de pez)

  • Opacidad o velo

  • Puntitos o textura granulada

  • Desprendimiento o descamación

  • Levantamientos y arrugamientos

  • Marcas de pulido

  • Contaminación por silicona

  • Infiltraciones de agua o disolvente

Las principales causas de los defectos de pintura se pueden agrupar en cuatro macrocategorías, a menudo interrelacionadas:

Preparación del sustrato

  • Limpieza deficiente o desengrase insuficiente

  • Lijado no uniforme

  • Residuos de pinturas antiguas o contaminantes en la superficie

Entorno de trabajo

  • Polvo o impurezas presentes en la cabina

  • Humedad excesiva o temperatura no controlada

  • Ventilación o filtración de aire inadecuada

Preparación y aplicación de productos

  • Mezcla o catalización incorrecta de los productos

  • Tiempos de evaporación (flash-off) no respetados

  • Presión o distancia incorrecta durante la pulverización

  • Uso de productos no compatibles entre sí

Gestión del proceso y equipos

  • Pistolas de pulverización sucias o mal calibradas

  • Falta de mantenimiento de los equipos

  • Calibración de la balanza

  • Errores en los tiempos de secado o curado

Recuerda que identificar con precisión las causas es el primer paso hacia la solución. Solo comprendiendo qué ha generado el problema —ya sea un error en el ciclo de aplicación, una contaminación o condiciones ambientales inadecuadas— es posible aplicar correcciones eficaces. Este enfoque no solo permite resolver el defecto en un caso concreto, sino que sobre todo ayuda a prevenir su repetición en el futuro, mejorando de forma estructural la calidad del proceso y reduciendo tiempos y costes asociados a las retrabajos.

Para profundizar en detalle sobre cada defecto, en nuestro sitio web está disponible una sección dedicada a los defectos de pintura, donde se puede seleccionar el tipo de defecto observado y consultar de forma inmediata y detallada sus causas, modos de prevención y las intervenciones recomendadas para su corrección. Una herramienta muy eficaz, pensada para apoyar a los talleres de carrocería en el diagnóstico rápido de los problemas y en la mejora continua de la calidad del proceso de pintado.

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